La destreza de la autora en construir la historia de SOL DEL MEDIO OESTE hace que conectemos con todos los personajes y equilibra su peso en la narración. Desde el principio estás atrapado por el ritmo de la historia, tanto que no puedes soltar el libro. El personaje de Kaver es uno de esos que cautiva al lector en cuanto tiene noticias de él. Pero así como va avanzando la historia te conquista del mismo modo Laila, como también lo hacen, los personajes secundarios que van apareciendo en su cabalgar por ese Oeste tan americano. Laila es un personaje singular de carácter fuerte, de contrastes, el primero su empecinamiento en encontrar su lugar en un entorno masculino, y en ese defender su territorio encuentra un personaje memorable que para mí es la jueza. No digo más, para destripar la novela. Pero sí que quiero decir que los secundarios son tan potentes como los principales. Lo que muestra y demuestra la gran habilidad de María Aixa Sanz en estructurar la novela, en la gran caracterización de personajes y en la gran historia contada porque al final, además de haber disfrutado de un gran relato, sin darte cuenta hemos sido testigos de los grandes conflictos que cercan al ser humano.
Lo más sorprendente de SOL DEL MEDIO OESTE es que cuando termina el libro te quedas con ganas de más, pero no porque la autora no lo haya contado todo sino porque el escenario que se abre en nuestra imaginación cuando lo leemos es a la par seductor e interminable. Y ése sin duda, para mí, el gran mérito de la autora: las ganas de más. Las ganas de que la historia no acabe, de que siga, de que no se detenga.
© Álex Ventura (Cada día una reseña)