«La curiosidad de Olaf me recordó a mi propia infancia. Esta novela es tierna y bella. Espléndida en ese mundo de fantasía que ha creado María Aixa Sanz, que resulta tan veraz, tan auténtico hasta el punto que leerse LA CASONA DEL SUEÑO DORADO es un verdadero placer, donde las horas y la imaginación vuelan. Se agradece que algunos creadores posean el don de hacerle olvidar al lector por unas horas su propia existencia. Siempre brindo por eso. Esa labor es para mí loable y encomiable. El Condado de Lotaber, donde transcurre la novela, es uno de los lugares inventados más maravillosos de la literatura en castellano, como Macondo y otros muchos. Da gusto que una autora valenciana invente como los mejores narradores latinoamericanos. Y el Condado de Lotaber además de mágico es rico por su literatura y sus matices. Por lo que muestra y lo que esconde. ¡Tanto, que dan ganas de ir a visitarlo!»
© David Silva - Revista Quimera